La estola... Esta pequeña pieza de tela tiene la elegante capacidad de transformar un vestido sencillo en un atuendo de gala. Nos encanta, a veces nos da un poco de miedo, pero sobre todo, nos preguntamos cómo llevarla sin parecer salidas de una película de los 80 o de una ceremonia medieval . No te preocupes, no estás sola. La estola es la mejor aliada del estilo, siempre que sepas cómo dominarla .
En este artículo, te daremos todos los consejos necesarios para brillar con una estola en una boda, sin llamar la atención. Ya seas la novia, un invitado o el padrino, encontrarás las instrucciones para un look impecable . No necesitas ser un experto en estilismo: una buena dosis de sentido común, un poco de audacia y algunos trucos es todo lo que necesitas.
Antes de profundizar en las técnicas de porte, un breve recordatorio: la estola es más que un simple accesorio. Combinada con un vestido de novia , se convierte en un salvavidas ante la brisa fresca, un camuflaje para los hombros y un realce de elegancia. Puede cambiar por completo el look de un atuendo. Y, entre nosotros, también puede salvar el día cuando el aire acondicionado del salón de recepción está en modo "témpano de hielo".
Como habrás comprendido, la estola está ahí para hacerte bien y destacar . La única pregunta es cómo domarla.
Antes de pensar en cómo llevarlo, tienes que elegir el adecuado. Y hay una amplia gama de opciones: colores, materiales, tallas... Esto es lo que necesitas saber.
El material de tu estola juega un papel crucial. Seda, satén, muselina, cachemira o incluso encaje , cada tela tiene su propio efecto:
Seda y satén : perfectos para bodas elegantes y eventos nocturnos.
Muselina : ligera, aireada, ideal para una boda de verano.
Cachemira o lana fina : para bodas en otoño o invierno.
Encaje : tan romántico como puede ser, especialmente si eres la novia.
La idea es tener una estola que complemente el vestido , sin eclipsarlo. Evita materiales gruesos si el vestido es ligero (y viceversa), de lo contrario parecerá un milhojas de tela.
En cuanto al color, todo depende de tu papel en la boda:
¿ La novia ? Opta por el blanco roto, el marfil o el nude.
¿ Invitada ? Atrévete a usar tonos pastel, dorados, cálidos o fríos, según tu vestido.
¿Un testigo ? Podemos permitirnos un toque más atrevido, pero con cuidado de no robarle protagonismo a la novia.
Y por favor, evita el blanco puro si no eres la novia , a menos que te gusten las miradas asesinas.
No hace falta cargar con una manta de picnic. Una estola de 60 a 70 cm de ancho y de 1,50 a 2 m de largo será suficiente. Lo suficientemente grande para ser elegante, pero no tan grande como para enredarse en ella.
Una vez que hayas elegido cuidadosamente tu estola, vayamos al grano: cómo llevarla con estilo y sin complicaciones .
Este es el método más sencillo y común. Se coloca suavemente sobre los hombros, se deja colgando y listo. El efecto es inmediato: elegancia instantánea.
Perfecto si tienes un vestido sin tirantes o de tirantes finos, o si quieres crear la ilusión de un vestido de novia de manga larga sin llevarlo. Esto proporciona algo de cobertura y permite que el vestido se exprese.
Un pequeño extra: puedes asegurarlo con un broche o un nudo discreto en la espalda.
Si eres de los que se mueven demasiado (un bailarín de pista o un profesional en contar chistes entre platos), es mejor atarlo.
Haz un nudo simple o doble en el frente.
Ajuste la estola para que cubra bien los hombros.
Resultado: un aspecto elegante y práctico .
También es una excelente manera de ocultar la barriga después del aperitivo (sin juzgar).
¿Quieres un look impactante? Llévalo de forma informal sobre un hombro , como si salieras en un anuncio de perfume francés.
Perfecto con un vestido largo.
Ideal para fotografías (parecerás que estás flotando en el aire).
Consejo: Un alfiler o broche discreto puede evitar que se resbale si no quieres reajustarlo cada 5 minutos.
Una estola es como un buen vino: combina con el vestido . Cada conjunto requiere una forma específica de llevarlo.
Esta es fácil. Con un vestido de novia sin tirantes , la estola suaviza la parte superior del cuerpo y aporta un toque de modestia si estás en la iglesia. Dejar que la estola cubra los brazos suele quedar genial.
Definitivamente puedes usar una estola incluso con mangas. La idea es añadir un toque de textura o color . Puedes usarla como una bufanda ligera o simplemente alrededor del cuello.
Es hora de sacar la artillería ligera. Una estola de gasa, echada como un velo sobre los hombros, puede suavizar un escote demasiado abierto , sin romper la silueta.
Ten cuidado de no convertir la estola en un árbol de Navidad. Pedrería, plumas, pompones, bordados dorados... consúmelos con moderación . Si tu vestido ya es muy elaborado, opta por una estola sencilla. Si tu atuendo es minimalista, puedes permitirte una estola un poco más original.
A veces, los pequeños trucos marcan la diferencia. Aquí tienes algunos consejos extra para dominar el arte de la estola.
Un broche elegante para asegurar la estola.
Pulseras finas si las usas alrededor de los brazos.
Un pequeño bolso a juego para recordar el color.
Con un vestido de novia de invierno , evita colocar la estola en el respaldo de una silla o sobre tus rodillas. Corres el riesgo de olvidarla o, peor aún, dañarla. Mantenla cerca, como una elegante capa o enrollada alrededor de tu cuello.
No hay nada peor que una estola arrugada. Tómate dos minutos para plancharla suavemente (o usar vapor) para no arruinar tu look por descuido textil.
Una estola de novia es la combinación perfecta de elegancia y comodidad . Puede cubrir los hombros en la iglesia, añadir un toque regio a la ceremonia y también servir como un accesorio suave para fotos.
Elige una estola:
En tul o encaje para mantener el lado romántico.
En cachemira o seda para bodas de invierno.
Un pequeño extra: también se puede utilizar para abrigar el vestido por la noche sin necesidad de un bolero (que a menudo no es muy favorecedor).
Elige una estola ultraligera, como una de muselina o voile de algodón. ¿El objetivo? Abrigarte y darle un toque de estilo. Y si estás al aire libre, también es una excelente manera de protegerte del sol.
Aquí, la estola se vuelve casi indispensable. Opta por materiales cálidos y nobles como la cachemira o la lana fina . Abrigan sin estropear la silueta.
Un pequeño consejo: elige una estola un poco más grande, estilo chal, para envolverla generosamente sin que parezca una momia. Haz clic aquí si tienes alguna duda o necesitas ideas .
Llevar una estola en una boda no es ninguna ciencia. Es una combinación de elegancia, sentimiento y sentido común . Puede transformar un vestido sencillo en un atuendo formal, proteger tus hombros del frío e incluso disimular una pequeña mancha de vino Oporto (sí, te conocemos...).
Lo importante es ser tú mismo. No hay que exagerar. Una estola bien elegida, bien puesta, ¡y listo! Estás listo para brillar sin exagerar.
Y entre nosotros, cuando podemos combinar estilo y comodidad, ¿por qué privarnos?